DISCOS SSD: VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Mucha gente ya está usando discos de estado sólido (SSD) y los que nó seguro que alguna vez se lo plantearon. Y es que es tentador: el ordenador arranca mucho más rápido, los programas se abren antes, no hace ruido y no se rompe a la primera que se golpea. Además de que tiene ese toque de “nueva generación” que a todos los fanáticos de la tecnología nos gusta. Peeeero, no son perfectos, y antes de que compres algo cegado por la novedad es mejor que conozcas los pro y las contras.

Discos SSD y HDD: Diferencias básicas

Primero una breve introducción. La principal diferencia entre los SSD y los discos duros de toda la vida es la tecnología que usan para funcionar. Los discos clásicos utilizan una serie de platos magnéticos apilados donde se guarda la información, estos platos giran a gran velocidad y un cabezal lee la información. Como ves, es todo muy delicado y hay que tratarlos con cariño.

Los discos SSD en cambio utilizan memoria flash, parecía a la de los pendrive pero de mayor rendimiento. Esta memoria no tiene partes móviles, y al acceder a los datos sin usar un cabezal es mucho más rápido. Veamos las diferencias más en detalle:

Seagate Barracuda, un disco tradicional por dentro.

Seagate Barracuda, un disco tradicional por dentro.

Discos SSD: Principales ventajas

1- Son mucho más rápidos: La mayor ventaja de un SSD es que puede leer la información mucho más rápido, por lo general  3 o más veces más veloz. Por poner un ejemplo, un SSD Samsung EVO 850 tiene velocidades de lectura de hasta 540 MB/s, mientras que un convencional “Seagate Barracuda” difícilmente pase los 180 MB/s, ambos usando SATA 3. Esto se traduce en un S.O. arrancando en pocos segundos, juegos con menos  tiempos de carga y abrir programas sin esperar. También los SSD acceden a los datos en menos de 0,2 ms contra los cerca de 10 ms de los discos comunes.

2- No tienen partes móviles: Los SSD son robustos, no tienen discos girando y un cabezal leyendo como los HDD tradicionales. Usan chips de memoria flash al estilo de los pen-drive. Gracias a esto, los SSD no hacen ruido, no tienes que preocuparte que te hagan vibrar el gabinete, y sobre todo no corres el riesgo de que algo falle si mueves el ordenador de lugar mientras funcionan (algo clásico en portátiles.). 

3- Consumen menos energía: No es que te vayas a ahorrar mucho en la boleta de electricidad, pero los SSD consumen, tanto en actividad como idle (reposo) mucho menos energía. Volvamos al ejemplo, un SSD Evo 850 consume 0,1W en espera y 0,045W en reposo, mientras que el Seagate Barracuda usa 6W en actividad y 0,7 en reposo. La ventaja más que nada se siente en portátiles, donde todo ahorro pequeño cuenta.

4- No sufren por estar fragmentados: Como sabrás, si un disco se usa mucho los datos de un mismo programa o archivo pueden terminar desparramados por todas partes del disco, en un proceso llamado “fragmentación”. Esto es un problema para los discos convencionales porque el cabezal tiene que buscar muchas ubicaciones distintas para abrir un solo archivo y se pierde tiempo. Bueno, al SSD no le importa, porque al acceder a los datos directamente, es lo mismo.

Así que, en resumen, los SSD son más veloces, menos delicados y consumen poca energía. Ventajas importantes, pero hay algunas contras que debes saber:

Discos SSD: Lo no tan bueno

1- Son caros: Comparados con un disco común, el precio por GB de los SSD es muy alto. Es fácil encontrar discos estándar de 1TB a 50 euros, mientras que un pequeño SSD de 250GB con suerte lo consigues a 75 euros (siempre hablando de modelos actuales). Esto da un precio de €0,05 / GB para HDD y de €0,3 / GB para SSD. Todavía la diferencia es mucha, y eso que bajó en los últimos años. 

2- No tan longevos: Los SSD soportan un número limitado de escrituras, depende de el modelo y en los actuales ronda los 70 TB (terabytes). No es un problema grave, haciendo cuentas rápidas podrías grabar cerca de 40GB por día durante 5 años. Antes otro problema común era la “degradación”que sufrían si siempre se escribían los datos en el mismo lugar, causando un desgaste prematuro, aunque ahora el software de los SSD se encarga de prevenir estos problemas.

3- Débiles contra problemas eléctricos: Los SSD son especialmente delicados ante los cortes de luz, así que en caso de usarlos lo mejor es tener un estabilizador (que de paso sirve para cualquier componente del ordenador)

4- No les gusta el calor: Este problema probablemente no te afecte mucho, pero no está de más comentarlo. En temperaturas altas, de más de 25 grados, los SSD pueden perder información al guardarse mucho tiempo inactivos. Normalmente soportarán 2 años a 25 Cº, pero a 30 Cº podría solo soportar 1 año.

Conclusión: ¿En que caso me conviene el SSD?

El SSD termina siendo ideal para guardar el sistema operativo, programas frecuentes y juegos, donde más se le saca rendiemiento. Lo mejor para mí es combinar un SSD de 250GB junto a un HDD estándar de 1 TB, donde podrás guardar películas, vídeos 4K, juegos viejos y todas esas cosas que ocupan un montón de espacio.

 En el caso de un portátil es mas difícil, porque muchas veces solo puedes tener un disco, aunque de todas formas recomendaría quitar el HDD estándar para poner un SSD, la ventaja de velocidad es demasiada (créeme, ganas más rendimiento con un SSD que subiendo de un i3/i5 a un i7).

Fuente: Tecnonauta

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